No hay una gran historia que pueda nutrir mi curriculum, es una historia que también podría ser la tuya, lo que hago comenzó años atrás…

Desde muy pequeña cogia toda posibilidad de crear y la convertía en desastres, borratajos o intentos de ello, dibujos en cómics, poesías y…¡si! creo que la pretecnología también puede ser una forma de arte, jajaja.

Mis padres aprovechando mi inquietud, vieron en ello una forma de calmarme, así y con solo 4 años termine apuntada en pintura al óleo con la típica ilusión familiar de tener una mini artista en casa, nunca me gusto, ni se me dio todo lo bien que mi desorbitado inconformismo deseaba, yo no quería copiar cosas, yo quería crearlas y claro no duro mucho, a penas 3 o 4 cuadros que hoy miro y pienso:

-Mama ya se que son de tu hija, pero quítalos de ahí ¡ya!.

Los años pasaron y buscando mi lugar en el mundo o algo que cambiara mi rutina y llenara mis días pensé…que toda la vida supe donde estaba mi lugar…

Medite las posibilidades de una vida sin estudios y decidí que siempre me había gustado trabajar con las manos, que de pequeña cogia palos y los convertía en arcos, flechas o intentos de ellos y me decidí a estudiar la madera. Aprendí todo lo que pude, sin ser mucho…ya que considero que es un mundo inmenso y lleno de posibilidades…muchas de ellas aún por descubrir.

Y de un lado a otro como la vida acostumbra a llevarte…me encontré imaginando cosas que no habían sido creadas y me dio por pensar…porque?

Comencé este proyecto asustada, estaba sola y puede que mi cabeza hubiera pensado y mi boca hablado mas cosas de las que mis manos podían contar, pero igualmente seguí cada día trabajando e intentando salvar los problemas, a veces las cosas salen distintas a cómo las imagine, otras me sorprenden y me muestran que ya hay otra que quiere nacer.

Podría ser mas técnica y menos romántica pero la verdad es solo esta.